Seguramente estabais esperando el podcast. O tal vez no esperabais nada. En cualquiera de los dos casos os traigo decepción: ni podcast, ni nada. Otro newsletter. Es un formato rápido. Poco compromiso. Ideal para estos tiempos ¿Son los newsletters a las revistas lo que las series a las películas? El otro día leí esta maravilla en Twitter.
También es cierto que un amigo me comentó hace un tiempo que en ForoCoches se refieren a Twitter como la fosa séptica de internet. Qué maravilla comenzar algo estando todos seguros que esto es una decepción con la que no tenemos que comprometernos y que, además, no hiede.
Bienvenidos.
En noviembre a uno se le mete el frío en el cuerpo mientras los días encogen. El undécimo mes del calendario gregoriano casi exige el pijama como uniforme oficial. Qué sueño. Pero no del que se salda con una charla con la almohada. Un sueño vital. Un sueño inabarcable. Noviembre es la antesala de caer rendido ante este diciembre con la esperanza de que en enero nos levantaremos en una vida completamente nueva. Puede que sí, puede que no. Tal vez en enero solo queramos escuchar esta canción.
En el anterior número de LA DERIVA hablaba de los intermitentes como artefactos para definir, en parte, la/s identidad/es actual/es. Os invité a dejar vuestra opinión en la sección de comentarios y tuvisteis a bien participar. Mi querido Daniel Yustos nos regaló esta anécdota.
"...pues, es mejor no usar las direccionales (intermitentes) por que así no saben lo que vas a hacer y te dejan hacerlo..." Dicho por un taxista en Ciudad de México en mitad del tráfico infernal del Periférico.
Renunciar a la posibilidad de significar tu rumbo. No manifestarlo. Ser molesto - y seguramente temerario- pero ¿libre? ¿invisible? al menos, impredecible. Parece lo contrario de las identidades hiperbólicas de las redes sociales: repetición, exageración y norma. Porque incluso la negación de la norma a nivel semiótico es lo mismo que la norma en sí. Por ejemplo: ser pijo y progre, queridos amigos, es lo mismo. Antes de que me matéis os invito a pensar en el taxista. Cojamos la primera a la izquierda sin avisar absolutamente a nadie.
Dicen que ahora todo va muy deprisa. ¿Qué va deprisa? Yo creo que no hay velocidad sino sensación de inminencia. Como un pálpito constante de que todo va a cambiar de un momento a otro. No hay procesos. Todo tiene la forma de un pelotazo. El amor, el éxito, etc. todo definido por decreto. Por decreto del poder/poderes (religiosos, familiares, digitales, patriarcales, capitales, culturales). Hay que resistirse a la sensación de velocidad porque es imposible sentir, decepcionarse, curarse, amarse, odiarse, recomponerse, al ritmo de la bolsa y los trending topics. ¿Algo que añadir?
La naturaleza sigue aquí. Afectada, claro, pero sigue. Y nos sobrevivirá como habitantes como sobrevivió a los dinosaurios y su meteorito. Y eso es maravilloso. Hay una palabra en sánscrito, ullassa, que en su acepción más sencilla es “alegría”. Pero se entiende también como esa alegría y placer que produce la observación de la naturaleza.
Es increíble: pero todo esto
que hoy es tierra dormida bajo el frío,
será mañana, bajo el viento,
trigo.
"En el invierno". Angel González.
El batiburrillo
🎵 Un disco >
PD: Harold Budd ha muerto y me da pena.
📖 Un libro > Infelices - Javier Peña
🙃 Un meme >
🖌️ Un ilustrador > https://julienposture.com/
👁️ Un diseñador > https://benarfur.com/
✨ Una cuenta de Twitter > https://twitter.com/tiny_forests/
💎 Una cuenta de Instagram > https://www.instagram.com/alksko/
Gracias por llegar hasta aquí . Espero que lo próximo sea el podcast. Tengo que encontrar el clavo y después dar en él. Paciencia.
Si os nace: suscribíos y compartid. Una deriva debe ser siempre un acto conjunto.
La velocidad existe cuando algo se mueve respecto a algo que no lo hace. Entonces ese punto fijo es el sistema de referencia sobre el que mides la velocidad de lo que se mueve. Cuando todo se mueve tan rápido, y no hay un punto fijo, es imposible entonces definir la velocidad ni el cambio. Podríamos hasta decir que no hay velocidad dependiendo del sistema de referencia que uses. De aquí la teoría de la relatividad. Hay que tener muy claros, o no! esos sistemas de referencia que nos marcan las velocidades de lo que acontece.
Cuando vamos en coche, vamos rápido. Creemos que hay más farolas de las que en realidad existen porque percibimos todas muy seguidas. A veces ocurre al revés.
En nuestra vida, las farolas son la gran cantidad de estimulos a los que estamos expuestos. Las mil noticias diarias, los cientos de memes, los atracones a series. Todas esas farolas nos hacen pensar que vamos rápido. Pero en realidad, el tiempo es el que es, ni corre ni se para.
El problema de hoy no es que "todo vaya más deprisa", es que esa gran cantidad de farolas dan luz a una fake happiness, y su resplandor nos ciega, evitando percibir el resto de la realidad. Los puntos negros de la carretera sólo pueden repararse si invertimos tiempo en para mirarlos, desde la calma, prestando atención a lo que hay detrás de cada farola. Si no, serán otros quienes lleven el volante de un coche que no lleva a ninguna parte.